LA UNIDAD OBRERO, CAMPESINA-POPULAR ES FUNDAMENTAL Y LA COYUNTURA ASÍ LO EXIGE

Por OVER DORADO CARDONA
http://overdorado.blogspot.com/
overdocar_colon@yahoo.es
Octubre 27 de 2009

La unidad obrero, campesina-popular es fundamental y la coyuntura así lo exige, incluyo a todos los sectores de las capas medias del campo y de la ciudad, entendiendo que la visión de unidad del pueblo va más allá de los sectores que son socios, afiliados o están inscritos en una u otra organización, lo cual no pretende otra cosa que darle amplitud a nuestra práctica unitaria y a las alianzas.
(Foto tomada de: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7pRaCfn9dFR9c2bTJoLXKdSLJTPqH5uiYWdpECRYav2UeN6M-mM2zy8n3SWzt5-d9urA_2Lqnc7lfJgGuBh_cumex4-yDOo6YzfmzFHD86sQBlHIkQuwJjPyh6OCFuacy7f-TGgp0Cxi5/s400/resistencia-popular.jpg)



Considero importante que se debe tener un nivel de alianzas con algunos sectores de la burguesía, buscando siempre ganar en estas capas o en parte de ellas para las luchas democráticas y antiimperialistas.


Frente a la crisis social, económica, política, humanitaria y ambiental siguen incrementando los factores objetivos a favor del desarrollo de la tendencia al ascenso de la lucha de masas, veamos:

· La convocatoria a la Cumbre Social y Política y sus resultados.
· Las movilizaciones lideradas por las Centrales de los trabajadores, muy especialmente por la CUT: paro y movilizaciones nacionales de los trabajadores privados y estatales.
· Las luchas y protestas lideradas por las organizaciones de los Usuarios de Servicios Públicos domiciliarios.
· Las jornadas de protesta lideradas por la Federación Colombiana de Educadores –FECODE en defensa de la educación pública estatal y los derechos laborales, salariales y prestacionales del magisterio.
· Las movilizaciones y protestas de los pueblos indígenas, campesinos, negros, universitarios, organizaciones sociales y populares, que se hacen representar en la Minga de Colombia. No buscando otra cosa que, la liberación de la Madre Tierra y contra el calentamiento global.
· Las movilizaciones y protestas de los jóvenes y de los universitarios exigiendo más presupuesto para la educación pública (las universidades) y más participación en las tomas decisiones fundamentales en los claustros universitarios.
· Las protestas y movilizaciones de las Madres Comunitarias.

No es el pueblo el culpable de esta problemática, somos las víctimas de la situación. Los que tenemos responsabilidades y compromisos políticos con nuestras gentes tenemos un inmenso reto y encargo en trabajar para superar esta problemática.
Aparece el movimiento juvenil con gran papel del estudiantado y en menor medida de los trabajadores tercerizados que poco a poco, por sus condiciones concretas, se van lanzando a la lucha y a los cuales hay que ir con mucha decisión y tesón a movilizarlos organizadamente.
Resalto los avances del movimiento por los derechos humanos exigiendo a los victimarios en especial al Estado Colombiano verdad, castigo, reparación y no repetición.

Las movilizaciones nacionales que se están presentando en Colombia no nos muestran una coordinación nacional del movimiento social y popular, pero si un descontento de sectores importantes de la sociedad en la búsqueda de condiciones de vida digna; no es extraño que también se presenten y se den paros de carácter departamental y municipal, dando respuestas explosivas que continúan confirmando la tendencia de ascenso del movimiento de masas.

Cogerle el pulso a esta realidad nos permite colocar en su justa dimensión las acciones de determinado sector social de masas y proponer lo conducente en un momento político complejo.

Es importante anotar que la tendencia progresista, democrática, de izquierda no supera la dispersión política que le resta contundencia para actuar en la coyuntura porque no ubica qué es lo principal y lo más grave es que en no pocos casos, confunde a la gente frente a lo prioritario. Considero que la lucha contra las medidas neoliberales y reaccionarias de Uribe frente a la crisis económica y las propuestas para que la crisis la paguen los ricos para debilitar la gobernabilidad de Uribe es lo principal y no concentrarse única y exclusivamente en una campaña electoralista que al estar de espaldas a las luchas sería nociva y seria un distractor que deja las manos libres al gobierno nacional para que maniobre contra el pueblo e imponga las medidas para descargar la crisis sobre los más desfavorecidos que son las mayorías en Colombia.

Es importante insistir en el camino para materializar una coordinación nacional estable de todo el movimiento de oposición al régimen y al gobierno.

Es indudable que los resultados de la consulta sobre candidato presidencial del Polo Democrático Alternativo permiten un protagonismo al electorerismo, pero igualmente no suprimen las posibilidades políticas y de masas de esta organización.

La candidatura presidencial de Gustavo Petro aparece como alternativa ante lo revolucionario y no como alternativa ante el sistema dominante. Los comportamientos de Petro no muestran ni la más mínimas intenciones de contribuir a construir una fuerza que sirva para aumentar la ingobernabilidad de Uribe, de contribuir a fortalecer el movimiento de oposición al gobierno, sino para sustituirla mediante un pacto que incluye el cogobierno.

En el caso de Antioquia, los resultados de las consultas presidenciales deben permitir valorar las posibilidades para el trabajo unitario electoral con candidato propio y/o ver también posibilidades con otros candidatos del Polo trabajando con una comunicación estrecha con las bases, por las dificultades antes expresadas por la elección de Petro y el triunfo de Rafael Pardo, quien expresa una postura de derecha del Partido Liberal.

Los dirigentes políticos del PDA y en especial del Movimiento por la Constituyente Popular –MCP- tenemos un gran reto debemos seguir esforzándonos por poner en práctica las definiciones del II Congreso del PDA y la II Convención del MCP en Antioquia, lo cual amerita que nos disciplinemos y las estudiemos una y otra vez individual y colectivamente.

Pongamos en práctica los planes y hagamos que sea el Partido en sus diferentes instancias el que, organizadamente, dirija todo el trabajo de la militancia.

Debemos además, renovar nuestra confianza en la gente. Es parte de nuestro comportamiento cotidiano.